Bell
Estaba agotada y esto apenas empezaba, me faltaban bañar a los niños y cambiarlos, preparar la ropa de Javier, lo bueno era que Eva se había ido con Amber a un salón de belleza, algo que yo no pude hacer.
Hoy era la fiesta de mi hija, había hecho una pequeña recepción para celebrar sus memorables dieciocho años. Contraté a una organizadora de eventos, ya que para mí era imposible preparar algo así. El salón estaba cerca de la casa y esa era una gran ventaja.
—Javier ¡Por favor!, ve por niños, necesito bañarlos.
—Tranquila mi amor, aún nos queda tiempo
—A mí no me alcanzarán ese