CAPÍTULO 40

Javier 

Miraba el reloj desesperado, Bell tenía media hora de retraso. Riana indicó que ella ya estaba lista y que en pocos minutos estaría aquí. Pero el tiempo pasaba y ella no aparecía. 

—¿No tienes noticia de Bell? —preguntó mi amigo Carlos 

—No, y me está preocupando, aunque el tráfico estuviera pesado, Bell ya tendría que estar aquí —. habían poco invitados en la capilla, quisimos hacer algo sencillo, solo se encontraban. Mi sorpresa fue conocer a los padres de Bell, creí que no vendrían, ya que al parecer su relación no era muy buena con ella, pero al final estaban aquí, esto sí sería una gran sorpresa para ella. 

Caminé hacia ellos con la esperanza de que tuvieran noticias de Bell —¿Saben algo de Bell? —pregunté 

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