—¡Pero qué cara! —se burló mi esposo
—¡En la próxima serás tú quien acompañe a Eva!
—Mamá eres una llorona, el juego no es tan terrorífico —se burló mi hija
—Díselo a mi corazón, casi muero, nunca más en mi vida me vuelvo a subir a algo así.
—Eres exagerada mamá, ¡Papá dile que no sea tan dramática!
—Ya escuchaste a la niña, no seas tan dramática —Javier como siempre un padre consentidor. Ella se acercó a su padre y le dio un abrazo.
Mientras tanto y