Elliot estaba casi o más molesto que Nate. Y eso ya era decir mucho. Solté un gruñido por lo bajo, no podía lidiar con ambos enfadados, no así. No cuando sabía que fue mi culpa por impulsiva.
Pero había rescatado a Carol. ¿Eso no era lo importante?
—Además —intervino el alfa—. Necesito que me informes todo lo que sucedió. Quiero respuestas, Eleanna.
Respuestas... Sí, debía dar respuestas.
Ya me consideraban la luna de la manada, un ataque como aquel no pasaría desapercibido.
Y mucho menos con los hombres con los que me rodeaba.
—Bien —suspiré, regresando.
Me senté en el suelo, ignorando las sillas a mi alrededor.
—Nicholas Jefferson, si es que ese es su nombre real, apareció por primera vez en el instituto hace un par de semanas. Se veía interesado en Carol, la humana presente —señalé, aunque ella seguía inconsciente—. El brujo era reconocido por rumores sobre sacrificios humanos, lo cual admitió hacer.
—¿Sacrificios humanos? —El alfa pareció enfadarse—. ¿Cómo es que un brujo conocido