Dos semanas más tarde.

Leonardo completamente frustrado al estar allí escondiéndose decide enviar a su hombre de confianza para que se encargue de pagar para que la policía ponga la mirada en otro lugar, lejos de él y de sus asuntos.

Leonardo no se ha sentido bien últimamente, su temperatura incrementa y su cuerpo se debilita, Elena al escuchar el alboroto de varios hombres decide salir de su habitación.

Al llegar al pasillo ve que varios de los hombres que cuidan de la seguridad de Leonardo se encuentran preocupados; Elena se acerca a la habitación donde Leonardo está ubicado.

Su mirada se espanta al observar que él se encuentra tirado sobre la cama, es claro que no está bien, Elena no puede ser indiferente, no tiene corazón para desear que otra persona muera o sufra.

Elena ingresó dando pasos cortos hasta acercarse a la cama, lentamente acercó la mano y la colocó sobre su mejilla, la temperatura era bastante elevada, ella giró su cuerpo y fijó la mirada en uno de los hombres.

—Ust