CAPÍTULO 47
Cuando llegaron al comedor, descubrieron que el viejo Rotchild no estaba solo, a su lado se encontraba su hija Margaret, quien les dio una sonrisa fingida a ambos.
―Hola, tía ―dijo Connor ligeramente.
―Sobrino ―sonrió para luego mirar a Juliette ―Veo que trajiste a tu novia contigo.
―Por supuesto ―respondió y rodeo la cintura de Juliette ―Es la invitada de honor del abuelo.
Margaret sonrió, pero interiormente deseo poder desaparecerlos a ambos. Obviamente, sabía que su padre había invitado a Juliette a almorzar, y por eso, se quedó deliberadamente.
El viejo los invito a sentarse y le ordeno a una de las empleadas que colocara sus platos.
―Llegas tarde ―dijo mirando a su nieto.
―Tardamos un poco con la elección del vestido, pero, afortunadamente, Juliette encontró el ideal. ¿No es así cariño?
―S… sí. Perdón, por el retraso, no volverá a suceder.
―¡oh no! No te disculpes ―dijo entre risas el abuelo ―Imagino que todas las novias son iguales, puedo comprender eso. Si