CAPÍTULO 48
Al día siguiente, Connor se quedó dormido por primera vez desde que asumió el cargo de la empresa, su asistente lo llamo varias veces y no le quedo más remedio que dejarle un mensaje al no obtener respuesta.
Abrazados y profundamente dormidos, así fue como los dos pequeños traviesos los encontraron. Afortunadamente, se vistieron antes de dormirse. Dylan y Madison se miraron y con pequeñas sonrisas dulces, corrieron hacia la cama y subieron a sus cuerpos.
―¡Mami! ¡Despierta, despierta! ―exclamo la pequeña pelirroja.
Dylan, que había cambiado su personalidad retraída y fría, hizo lo mismo.
―¡Papá, despierta!
Tanto Connor como Juliette abrieron los ojos y se encontraron con los pequeños intrusos.
―¡¿Qué esto?! ―fingió estar sorprendida ―¡¿Monstruos en la cama?!
Dylan y Madison buscaron su lugar en medio de ellos y los abrazaron, no tenían edad para entender completamente a los adultos, pero suponían que ahora vivirían como una familia.
―¿Qué quieren de desayunar? ―pre