CAPÍTULO 24
Controlando su corazón y pensando con cabeza fría, ordeno a una de sus secretarias que hiciera una llamada, segundos después, una chica se asomó a la puerta de su oficina.
—Señor, la llamada telefónica que esperabas acaba de llegar.
—Gracias. —se volvió y agarro el teléfono con ansiedad.
Por la noche, cuando llego a casa, su estado de ánimo no estaba mejor. Se había comunicado con un investigador privado, le había enviado fotos de Sydney y esperaba tener respuestas cuanto antes. Sin embargo, no podía negar que, a pesar de la curiosidad por descubrir la verdadera identidad de la mujer, que había llegado a amar en todo este tiempo, el miedo también se hizo presente, el solo pensar que ella pudiera pertenecer a alguien más, lo llenaba de terror.
También tenía que saber el paradero de Estéfano y para su desgracia Sydney.
Se volvió hacia su esposa y la miro con un poco de culpa que trato de esconder detrás de una sonrisa. Le tendió su mano y dijo.
—¿Te sometemos a la prue