72.Muerto el perro...
Capítulo setenta y dos: "Muerto el perro, se acabó la rabia".
Casi al borde de las náuseas Thalia separó a su padre y a su marido y fingió darle un abrazo también a su padre que no soltaba la sonrisa de suficiencia de los labios, sin pensarlo dos veces masculló pata que Praxis también la oyera.
—Aléjate de mi familia y de la familia de mi marido o seré yo misma quien te meta a la cárcel para que salgas de nuestras vidas para siempre —solo así sintió que el padre se ponía tenso—. Ya me destrozaste la vida una vez y no volverás a hacerlo. Ya no soy esa niña y tengo pruebas de lo que hiciste, he guardado todo, papá... Aléjate de nosotros o yo te echaré a patadas de mi vida y de la de los míos.
—Soy tu padre, nunca podrás hacerme eso...
—Ahora soy madre y protegeré a mis hijos hasta de mi misma —padre e hija se miraron a los ojos duramente—. No sé cómo diste con Magda, ni qué intenciones tengas, pero te garantizo que puedo hacer que nada se cumpla. No quieras que lo haga aquí y ahora.
—No