Capítulo 28. Tu muñeca de plástico
Para Praxis en este caso como para Thalia, aquella salida intempestiva de la casa de los West era todo un triunfo. Los dos a su manera se sentían desagraviados un poco al menos.
Solo de ver la cara del patriarca al verlos juntos y saber lo que sabían, era un galardón para ellos.
—¿Lo tenías planeado antes o después de encontrarme en Bibury? —cuestionó ella mientras bajaban a sus hijos del coche. Habían llegado a la casa otra vez.
—Creo que ya te respondí a eso, déjalo estar si no te importa —propuso Praxis alzando en brazos a su pequeña Olivia.
—Es que no te creo.
—Pues peor para ti… vamos niños.
El griego tomó a sus hijos de las pequeñas manitas y los guió dentro de la propiedad con gesto triunfante. Él sabía perfectamente lo que había estado preparado ahí durante su corta ausencia y sabía de antemano que los niños estarían felices de verlo. Prefirió tomar la delantera y entrar en sus jardines traseros con los pequeños para que pudieran ver el cas