Capítulo 29

Maya miró la taza en su mano, luego el balde, y finalmente se dejó caer sobre la cama, derrotada.

—Dios mío… ¡me acabo de beber el agua para remojar los pies!

Los niños la miraron con los ojos muy abiertos y las bocas entreabiertas.

Por suerte, solo eran sales, sin consecuencias graves.

Nanny los sacó de la habitación con suavidad.

—Vamos, déjenla descansar. —Luego se volvió hacia Maya—. Remoja los pies y relájate. En un rato te traeré el té, que si debes tomar.

Maya asintió mientras decía: —Yo llamaré a Andy. —Tomó el teléfono y marcó—. Andy, volveré más tarde. Tengo un asunto que atender. Me tomaré dos horas, ¿de acuerdo?

—Está bien. Recuerda que hay reunión en la tarde —respondió él.

—Lo sé —dijo ella antes de colgar.

Después, Nanny llevó a los niños a la guardería y dejó a Maya descansando.

Al cabo de un rato, tras remojar los pies en el agua caliente, Maya se sintió mucho mejor. Se vistió y decidió ir al trabajo.

Pero había sobreestimado sus fuerzas.

Apenas salió del metro, comen
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP