Capítulo 11 —El vestido de princesa
Narrador:
Sofía llegó al penthouse con el corazón disparado. Cerró la puerta de un portazo, apoyó la espalda contra ella y se dejó deslizar hasta quedar casi sentada en el suelo, respirando como si hubiera corrido kilómetros. Luego de unos minutos, se incorporó, tratando de recobrar la compostura, se quitó los tacones de un tirón, los dejó caer en medio del salón y buscó el teléfono con manos temblorosas. Solo había un número al que podía llamar sin miedo a ser juzgada.
—¿Dónde estás? —soltó en cuanto escuchó la voz de Mateo.
—En el norte —respondió él, con la calma que siempre fingía aunque se notaba el ruido de fondo, hombres hablado y un murmullo general —En el laboratorio. ¿Qué pasa, Sofi?
Ella empezó a caminar de un lado a otro de la sala, mordiéndose el labio hasta hacerse daño.
—¡Renzo! eso pasa. Estoy perdiendo el maldito control, Mat. Se me apareció de la nada en una cafetería, detrás de mí… lo sentí respirando en mi nuca y juro que pensé