Capítulo 98. Más capas al rompecabezas.
—¿Está bien el señor Francesco? —Vito detuvo a Catalina justo cuando ella se iba rápido.
—No, no está bien para nada. De hecho, está bastante mal.
—¿Hay algo en lo que pueda echar una mano? —preguntó Vito, mostrando su preocupación. —Si necesita cualquier cosa, por favor, dígamelo. Estoy aquí para ayudar.
—Lamentablemente, ahora mismo no hay nada que podamos hacer —dijo Catalina con un suspiro, con el rostro cansado. —Ya lo hemos intentado todo y no hay forma de arreglarlo por el momento. Te veo mañana en la oficina a primera hora, así podemos hablar de los siguientes pasos —añadió, despidiéndose de él mientras se apresuraba a irse.
—Que tenga una buena noche, señora —respondió Vito, observándola mientras se alejaba en la oscuridad, su mente llena de preocupación por el señor Francesco. Se quedó un momento allí, pensando en lo ocurrido, antes de seguir su propio camino.
Mientras tanto, Francesco no podía apartar la vista de la fotografía que sostenía, una imagen gastada por el tiempo