Explicar con palabras lo que estaba sintiendo no era posible; ¿cómo describir un dolor profundo, agudo, frecuente y maltratador que te rodea desde el corazón hasta cada mínimo centímetro de tu cuerpo? ¿Cómo describir que la vida que pensé tener se desvaneció frente a mis ojos en un solo segundo? ¿cómo calmar ese vibrar desconcertante causado por el llanto imparable?
Es simplemente imposible.
A la mañana siguiente no quería levantarme de la cama, lo intenté, quise ser más fuerte que todo lo que estaba sintiendo, pero la tristeza me mantenía envuelta entre mis sabanas; con las luces apagadas y cortinas cerradas. Observé el reloj de mi móvil y era muy tarde para incorporarme en el trabajo, tenía varias llamadas perdidas de Alessandro, pero no quería hablar con él. No tenía fuerzas.
Me levanté despacio para ir al baño, bebí un poco de agua y de nuevo el llanto se apoderó de esa momentánea tranquilidad que me había permitido levantarme. Observé al vacío y le hablé a mi madre imaginándola f