KAELAN
El pergamino sellado llegó a mis manos temprano en la mañana. Lo abrí con calma, pero apenas leí las primeras líneas, mis ojos brillaron con interés.
“Convocatoria a baile y reunión solemne entre los alfas, sus lunas y los tres ancianos principales de cada manada. Lugar: Bosque Lunar.”
Reuniones así no eran frecuentes; significaban política, alianzas, tensiones. Y significaban también que todos los ojos estarían puestos en nosotros.
Guardé el documento y fui en busca de Lau. La encontré en los jardines, con Lyra colgándose de su brazo mientras reía. Mi corazón se llenó de orgullo: esa mujer había devuelto la luz a mi hija… y a mí.
—Amor —le dije, mostrándole el sello—. Tenemos una invitación. Reunión con los alfas, lunas y ancianos del Bosque Lunar.
Sus ojos se abrieron como dos luceros de susto.
—Kael… yo… no soy luna todavía.
Me acerqué y tomé su rostro con ambas manos.
—Lo serás en una semana, amor. Esta es tu oportunidad de practicar. No necesitas fingir nada, porque ya ere