-Te pido que no sea inmediato… tengo novia.
- ¿Sos imbécil?
Leonardo estaba que volaba por el aire.
-Explicame.
-Ya te hablé sobre ella.
Alejandro le dijo que no podía dejarla tan fácil, era una cuestión de humanidad.
-No te vuelvas a equivocar.
Su padre fue tajante.
-Estás en una misión, no lo olvides.
-No lo olvido, pero acá también vivimos, sentimos y Alejandra me necesita.
-Tenemos que extraer a Rebeca cuanto antes.
-Dejame prepararla.
-No pierdas tiempo.
Leonardo pensaba que Alejandro se estaba equivocando al pedir tiempo para ayudar a esa muchacha llamada Alejandra.
Eran muchas las novedades, con premura se dirigió hacia la oficina de Gabriel.
-Buenos tardes señor.
Todos lo saludaban con mucho respeto.
-Buenos tardes, Gabriel.
-Buenas tardes, no te esperaba.
-Hay novedades.
- ¿De qué tipo?
-Alejandro.
-Decime.
-Vamos a otro lugar.
Se dirigieron hacia otra oficina, una que pocos tenían acceso.
Allí Leonardo lo puso al tanto de todas las novedades.
Gabriel estaba emocionado, pront