Luego de tomar algunos recaudos, es que nadie podía saber el camino hasta el lugar dónde iba a despegar la nave militar, abordaron la aeronave.
Nadie pudo precisar el tiempo de viaje.
Al llegar caminaron por pasillos que eran imposibles de rastrear, porque al pasar por ellos, las señales iban desapareciendo, eso lo habían instalado hacía relativamente poco.
La tecnología avanzaba en todas las dimensiones.
Al fin llegaron a la conocida escalera mecánica.
El corazón de Rebeca latía con fuerza.
-Esto lo recuerdo, lo recordé toda mi vida, creí que era un sueño recurrente.
-Cielo, estamos volviendo a casa.
-Estoy angustiada.
-Estás rememorando el evento más traumático de tu vida, que fue el desapego de tu madre.
Rebeca estaba parada, inmóvil, la ansiedad, la aflicción y la incertidumbre, se adueñaron de ella.
-Cielo, todo va a estar bien, viajamos por parejas, yo llevo a Gabito en brazos.
Subieron Germán y Viviana, luego lo hicieron Sergio y Margarita, cuando el periodista pensó que iba a