Trataba de asimilar la noticia, pero al que más le costaba asimilarla era a Damián. Había pasado toda la noche en el balcón de mi habitación sentado simplemente mirando un punto fijo sin decir ninguna palabra.
Era casi media noche y sin el a mi lado era difícil conciliar el sueño: me levanto de la cama y salgo de la habitación con dirección a la cocina en busca de agua para tomar.
Al llegar a ella me encuentro a mi madre quien está sentada en la isla de la cocina con una botella de whisky a su lado y meneando en su mano un vaso con un poco de el.
—¿Quieres un trago? —Menea el vaso y toma un trago —. Creo que también te hará bien ya que tampoco puedes dormir.
"Primera vez que veo a mamá tomar"
Me siento a su lado, tomo la botella y tomo directamente de ella un trago sintiendo como la sensación caliente baja por mi garganta.
—¿Cómo está Damián? —Pregunta mirando su vaso —. Se que el está igual o peor que yo con esta revelación.
—Lleva horas sentado en el balcón de mi habitación mi