Los rayos del sol caían tenuemente acariciando a aquellos que caminaban por ese lado del mundo. La noche había quedado atrás y con ella seres oscuros que buscaban en la nocturnidad su refugio.
Un pequeño llanto de una cachorrita logró despertar a Ramsés, quien había logrado dormir en paz después de una noche llena de revelaciones. Al levantarse, el fuerte hombre logró ver a su pareja amamantar con profundo amor a uno de sus hijos.
_ Caleb se ha despertado un poco molesto _ dijo ella con una sonrisa mientras sostenía a la pequeña Alba en brazos. El susodicho bebé gimoteaba desde su cuna impaciente por recibir la debida atención.
_ Es un glotón demandante _ mencionó con alegre Ramsés mientras se ponía de pie disponiéndose a tomar al pequeño en sus brazos.
_ Sí, es una suerte que Jonás sea más calmado. Él siempre parece estar pensando y estudiando la situación _ tarareaba Isis observando con amor a ese pequeño tesoro.
Ellos se perdían en esas conversaciones. Estudiar el carácter de sus h