La conmoción había llegado a todos los rincones de la ciudad. Ramsés, Drago, Cratos y Héctor trazaban el plan a seguir, sabían que debían ser cuidadosos, pero también implacables, no se podía extender la situación una semana más, ni siquiera dos días más podían dejar a esas alimañas sueltas, pues podían acabar con cada ser inocente que habitara allí.
_ Creo que debemos ir directo por ellos _ comenzó a decir Cratos, quien quería cortar el problema de raíz, es decir matar a Dila y Luna de inmediato.
_ Debemos ser cautelosos, no podemos cometer el más mínimo erro, enojarlos hará que ellos arremetan contra personas indefensas _ dijo Héctor quien antes parecía perdido en sus pensamientos, parecía que había algo que tenía que decir _ también hay vampiros entre ellos…son más de lo que nosotros pensamos _
La creciente preocupación escaló a lugares impensados. Tal parecía que derrotarlos llevaría más tiempo del que ellos mismos creían.
_ No podemos poner a la sociedad en más riesgo…es necesari