“La ternura es la forma más antigua de la eternidad.
Todo lo que persiste, persiste por amor.”
Esa noche fue larga, cargada de emociones y sentimientos por años guardados. Selene por fin pudo volver a abrazar a su hijo, por el que había llorado y sufrido tanto. Esos largos años lo observaba a la distancia. Cada uno de los momentos vividos por él, cada una de sus penas, cada una de sus risas, cada una de sus pasiones. Ella solo podía cuidarlo de esta manera, desde lejos, deseando que él fuera capaz de tomar las decisiones adecuadas. El futuro estaba, no solo en manos de Isis, sino también en las suyas.
Cuando la diosa se vio obligada a volver a su lugar entre los astros, quedó como eco de su presencia, una profecía, una declaración. Cuando la oscuridad intentara recuperar el control del universo, cuando todo fuera caos, desamparo y desconcierto. Cuando el corazón de los seres vivientes se hubiera endurecido al máximo, tanto así que los padres asesinarían a los hijos y los hijos a los p