Lyra
El sonido de la maquinaria pesada y el golpeteo constante de los martillos contra la piedra debería haber sido música para mis oídos estábamos en las tierras limítrofes, un valle fértil y estratégico que Dorian me había cedido como gesto de "buena voluntad" para reconstruir el hogar de los Sol Ceniza.
Marcus y mis guerreros trabajaban codo a codo con los obreros enviados por los Renard, y por primera vez en años, vi una chispa de esperanza en los ojos de mi gente.
Sin embargo, mi instinto de Alpha no me dejaba descansar.
Mientras Dorian hablaba con el capataz, me alejé con la excusa de revisar los cimientos de la que sería la Casa Alpha.
Me acerqué a uno de los postes de comunicación recién instalados a simple vista, era tecnología estándar, pero al inclinarme y observar el cableado oculto tras una placa metálica, mi sangre se congeló.
No eran solo cables de red había receptores de frecuencia ultra-alta y lentes de micro-cámara térmicas camufladas en las molduras, apuntando