Mundo ficciónIniciar sesiónLuca Bellini colgó el teléfono. «Grazie, Zio...»
La fecha en el reloj de su escritorio marcaba 25 de octubre de 2021. La línea quedó en silencio, pero su lujosa oficina en lo alto de un rascacielos de Shanghái pareció encogerse, las impresionantes vistas del Bund volviéndose borrosas e irrelevantes.
«È in coma, Luca.» (Está en coma, Luca).
Las palabras de su tío resonaban como un disparo en la quietud de la mañana. Se levantó, sus manos temblando tan ligeramente que apenas era perceptible.
«Quel bastardo... Noah?»
El odio que sintió al pronunciar ese nombre fue tan visceral, tan instantáneo, que lo dejó sin aliento. No era el odio de un adolescen







