CELIA :
Despierto a mitad de la noche al sentir mucha ambre.
– Cariño, cariño.
Lo llamo mientras lo muevo, pero no responde.
– Máximo, Máximo... DESPIERTA.
Le grito al oído y el se espanta.
¿– Que? ¿Que pasa?
Dice asustado.
– Tengo hambre.
Pongo la cara de cachorro.
El suspira y se vuelve a acostar.
¿– Para eso me despiertas?
Asiento.
– Tengo mucha ambre y no puedo dormir... ¿Me buscas mi pastel de chocalete qué dejé?
– Duérmete ya comes mañana.
Dice cerrando los ojos.
– Máximo ve... Tengo mucha ambre... Por favor... ¿Vas a dejar que me muera?
– No vas a morir.
Dice con los ojos cerrados.
– Tengo ambre, buscame el pastel Máximo.
Digo casi llorando.
Máximo enojado y con todo el pesar del mundo se levanta a buscar mi pastel.
Minutos después llega y me lo entrega.
– Toma y no me molestes más.
Dice tirándose a la cama.
– Muchas gracias amor.
Digo empezando a comer.
– Mañana irás al hospital Celia.
Habla Máximo suspirando.
¿– Por qué debo ir? No estoy enferma.
Frunzo el ceño.
–