MANSIÓN WILLIAMS :
– No entiendo como sobrevivió, tenía que morir junto a ese ejendro hijo de élla.
Chilla Mirian haciéndo rabieta.
– Tranquila hija, no puedes alterar al bebé.
Dice Martha.
– Maaa.
Dice rodando los ojos.
– Lo sé cariño, pero hay que guardar las apariencias.
Mirian suspira y se sienta en el sofá.
– Mi prometido está preso y sin esperanzas de salir ¿Que haré?
Habla chillando.
– Hija mía, dejale todo a tu madre ¿Si? En dos días haremos la fiesta y te conseguirás un nuevo prometido, uno que sea guapo y rico.
A Mirian se le ilumina la hueca cabeza.
– Ma ¿Has visto a Máximo Cooper?
Martha frunce el ceño.
– Si lo he visto, todos hablan de su perfecto y hermoso rostro.
– La verdad sí, está muy guapo... Lo quiero para mí mami, el sería el hombre perfecto.
Dice con ilusión.
Martha lo piensa por un momento y su hija tiene razón.
– Tienes razón querida, es el hombre perfecto para tí... La inútil de tu hermana no se lo merece.
– Por supuesto que no, soy más hermosa que ella, mere