CELIA :
Tres horas han pasado y aún seguimos en la sala de espera.
– Estás muy pálida Celia ¿Te sientes bién?
Dice la madre de Máximo pasándome una botella de agua.
– Si, no se preocupe.
Digo con la mirada perdida y suspiro.
– Mi hijo es muy fuerte sé que saldrá bién de esta.
Dice la madre de Máximo mirando a la nada.
– Mamii.
Escucho la voz de mi pequeño que viene corriendo hacía mí.
Me levanto para abrazarlo.
– Ma, ¿Es verdad que papi está muy grave?
Me pregunta agitado.
– Él estará bién, tu padre es muy fuerte.
Hablo dándome fuerzas a mi misma.
– Cielos... ¿Estás bién Celia? Estás muy pálida.
Dice Patri acercándose a mí junto a Marcos.
– Estoy bién Patri...
– No, no estás bién.
Me interrumpe, haciendo que me levante para mirarme.
– Pero mirate... Estás muy pálida y tus manos están muy frías... Debemos ir dónde un doctor para que te revise.
Dice Patri preocupada.
– De verdad Patri estoy bién, iré al médico cuándo tenga noticias de Máximo.
– Ma, tienes que hacerle caso