43. Cena en la mansión Ravencroft
Capítulo 43
La luz del amanecer filtraba suavemente por las persianas del ventanal. Jazmín movió los dedos primero, y luego los párpados comenzaron a parpadear con lentitud. Un sonido sordo en su cabeza y una sensación de agotamiento profundo la envolvían como una manta húmeda.
—¿Jazmín? —La voz de Rose fue un susurro que se sintió como un abrazo.
—Cassandra… —rectificó Elías, que estaba sentado en una silla a su lado—. Ya despertó. Abuela debemos tener cuidado, alguien puede escucharnos.
Jazmín parpadeó y frunció el ceño, mirando a su alrededor con confusión.
—¿Qué… qué hago aquí?
—Tuviste fiebre muy alta, estuviste en coma por dos días —dijo Elías con suavidad, tomando su muñeca para revisarle el pulso—. Una gripe mal tratada, agotamiento… Tu cuerpo simplemente colapsó.
Ella hizo una mueca mientras se reincorporaba un poco en la cama, con ayuda de Rose.
—No recuerdo haber venido aquí —murmuró.
—Te desmayaste —dijo Rose—. Y gracias a Dios que Elías estaba de guardia. No pensamos deja