17. La cripta familiar
Capítulo 17
Nathaniel había esperado un mes antes de hacer un funeral, aún no podía creer que ese cuerpo hallado en el mar fuera de ella. Tenía la ligera esperanza de que ella pareciera y le dijera que todo fue un plan para escapar de Rafaela y Connie… pero cada día que ella no aparecía se volvía más real.
Jazmín había muerto y él debía empezar a aceptarlo.
—Señor… —dijo George con voz baja, como quien se acerca a un animal herido pero peligroso.
Últimamente, estar cerca de Nathaniel Luther era como caminar sobre cristales rotos. Cualquier sonido, cualquier palabra mal colocada podía detonar su furia. Una sirvienta lo había aprendido por las malas cuando se atrevió a despertarlo antes de lo habitual: recibió una botella de vodka vacía volando hacia su cabeza.
George, su leal asistente por más de una década, jamás se había sentido nervioso con él. Hasta ahora.
—Termina de hablar, George —ordenó Nathaniel, la voz ronca por el alcohol, el insomnio y algo peor: el vacío.
—Señor Lut