16. Casa Ravencroft
Capítulo 16
Actualidad
Los días en la casa de Rose Ravencroft comenzaron a transcurrir con una paz insólita, casi irreal para Jazmín, quien todavía se acostumbraba al silencio sin amenazas. El aire siempre olía a lavanda, y las cortinas de lino se movían suavemente con la brisa que entraba por los ventanales altos.
Jazmín pasaba la mayoría del tiempo en la sala principal, con el brazo izquierdo inmovilizado y la pierna aún enyesada, sentada en un sillón con cojines mullidos y un cuaderno de dibujo sobre el regazo que la señora Rose le regaló. A veces, dibujaba por horas: rostros que no recordaba del todo, manos entrelazadas, vestidos antiguos que le venían a la mente como destellos de otro tiempo.
Rose la observaba desde su mecedora, tomando el té de las cinco como un ritual sagrado. Le hablaba de épocas pasadas, de cenas en embajadas, de sus años en París y de un anillo de compromiso que le devolvió a un conde solo porque no le gustaba su bigote.
—Ese corsé casi nos dejaban s