Eloísa supo en ese instante que estaba pasando una de aquellas cosas que le cambian la vida a una persona, para bien o para mal, sintió como el cuerpo le disparó torrentes de adrenalina que le inundaron todos los músculos y le enceguecieron los sentidos, así que antes de que Walter pudiera acercarse lo suficiente dio media vuelto y corrió con todas las fuerzas que pudo hacia la casa de Gael que se veía a lo lejos tan lejana y distante. La lluvia aumentó con violencia exagerada y todo alrededor se volvió un caos de agua que le hacía resbalar los pies del pavimento empapado.
No quiso ni pudo detenerse a pensar qué era lo que estaba pasando, ni por qué Walter la perseguía con un cuchillo, solo podía sentir el corazón acelerado golpeándole el pecho, lo sentía en los oídos y en la cabeza y también en los puños apretados.
Volteó a mirar hacia atrás y vio que el muchacho estaba a punto de alcanzarla, no sería capaz de escapar, la casa de Gael aún estaba lejos y aunque lo llamara la lluvia am