Jorge había estado buscando a alguien que lo ayudara en su trabajo en Miller CORP durante semanas, al menos desde que su abuelo le exigió por teléfono que comenzará a tomar responsabilidad con el patrimonio familiar. Entrevistó a algunas mujeres, pero no lograban convencerlo, necesitaba a alguien con quien sentirse cómodo, hasta que finalmente encontró a Linda, una hermosa joya que su hermano contrato, limitando su hermosura y talento a solo ser un juguete sexual.
No iba a negarlo, la noche anterior fue fantástica, sumamente erótica y estaba dispuesto a repetir a diario si le daban la oportunidad. Linda, le hacía el honor a su nombre, era una mujer bellísima, la copia exacta de Loreine, sin embargo, en esencia eran muy diferentes. Loreine siempre fue una mujer correcta, elegante, educada desde la cuna para ser una dama, era frívola y muy superficial en ocasiones. Linda no era así, no la conocía realmente, pero a simple vista era muy diferente a Loreine.
—¿En qué consiste ser tu asiste