El túnel estaba oscuro, y el aire era pesado y húmedo, pero el equipo no se detuvo. Cada paso resonaba en las paredes frías de la estructura subterránea, mientras avanzaban con rapidez hacia lo desconocido. Sofía lideraba, su rostro tenso, pero determinado. Sabía que el tiempo se agotaba, y aunque habían logrado escapar de las garras de la seguridad, aún quedaban muchos obstáculos por superar.
Clara, que iba justo detrás de Sofía, sentía el sudor perlándole la frente. Sus pensamientos no podían dejar de volverse hacia la situación. Habían conseguido la información que tanto necesitaban, pero ¿qué pasaría una vez salieran de ese lugar? La corporación estaba en alerta máxima, y aunque tenían el acceso a las rutas de escape, la sombra de lo que les esperaba afuera parecía más amenazante que nunca.
-Sofía, ¿estás segura de que esta es la salida correcta? -preguntó Clara, con la voz algo tensa mientras miraba a su alrededor en busca de cualquier indicio de peligro.
Sofía no se detuvo ni un