Narrado por Aiden
El bosque estaba cubierto por una neblina espesa que parecía abrazar los árboles, un susurro constante acompañando cada paso que dábamos. Anya caminaba unos pasos delante de mí, su figura apenas visible entre las sombras, pero el olor a magia que impregnaba el aire era inconfundible. Era como un eco antiguo, algo que pertenecía a otro tiempo pero que insistía en recordarnos su presencia.
—¿Estamos cerca? —pregunté, rompiendo el silencio.
Anya se detuvo por un momento, su cabeza inclinándose ligeramente como si estuviera escuchando algo que yo no podía percibir.
—Sí —respondió, con un tono distante—. Está más adelante.
Cerré la distancia entre nosotros, asegurándome de mantenerme a su lado. Aunque ella había insistido en que no necesitaba protección, algo en mi interior m