Kate leía y leía, pero no podía concentrarse, algo le faltaba, algo hacía que no se pudiera concentrar, tomó su laptop y entró al despacho, Bastien estaba escribiendo en su laptop detrás del escritorio, levantó la mirada y al ver a Kate una sonrisa se dibujó en sus labios –
Hola preciosa, ¿tan rápido me extrañaste?
Creo que sí, ¿puedo trabajar aquí contigo?
Por su puesto – Bastien se puso de pie y la abrazó, besó sus labios y dejó el laptop en la mesita frente al sofá, Kate miró el sofá y recordó cuando Bastien estuvo drogado y la manera tan salvaje que la tomó, mordió su labio al recordar, Bastien sonrió y la abrazó – si quieres lo podemos repetir
¿Que? No, no sé de qué hablas – Kate le decía sonrojada, Bastien solo sonrió y rosó su nariz con la de ella –
Pídeme lo que quieras, cuando quieras, estoy a tu entera disposición – Bastien le susurró dejando un dulce beso en sus labios –
Está bien, lo tendré presente – Kate se sentó y abrió el laptop mientras Bastien volvía a su escritorio