Capítulo 69
El Reclamo del Lobo
Sabía exactamente a dónde iría Erick.
No necesitó a sus informantes para confirmarlo. Lo supo apenas sintió ese tirón en el pecho, punzante y familiar, como una vieja herida que vuelve a abrirse. Lo sabía porque ese vínculo maldito entre ambos, tejido con traición, sangre y orgullo, aún seguía latiendo. Porque cada vez que uno se movía, el otro lo sentía, como si compartieran un mismo destino al que ambos se negaban.
Erick marcharía hacia el norte con su ejército. Siempre lo hacía cuando las cosas se salían de control. Cuando necesitaba reafirmar su poder. Era su forma de demostrar que seguía en pie, que aún era el Rey. Ese mismo muchacho que creía que la justicia podía imponerse con el estandarte de la rectitud. Qué ingenuo. Qué humano.
Denzel tenía el mapa extendido frente a él, las manos apoyadas sobre la madera con la misma tensión con la que un depredador acecha a su presa. Sus dedos repasaban cada punto estratégico: los pasos montañosos, el valle