Capítulo 44: La tregua del tío
La velada en la cena de la Marina fue un tormento silencioso para Alexander. Cada risa de Violet con Adrián, cada caricia posesiva de su hermanastro en el vientre de ella, cada mirada de "felicidad familiar" que le lanzaban los demás oficiales, era una punzada. La palabra "tío" se había grabado a fuego en su mente, una etiqueta cruel.
Pero mientras observaba desde la distancia, con su copa de vino en la mano, un pensamiento comenzó a gestarse. Alexander siempre había sido un hombre de ambiciones claras, pero la paternidad nunca había estado realmente en sus planes inmediatos. Su vida militar, su carrera ascendente, la libertad… ese había sido su foco. La noticia del embarazo de Violet lo había descolocado por completo, revelando la inmensidad de sus fallos. No había sido el hombre que Violet necesitaba, ni el padre que ese bebé merecía.
Observó a Adrián. El General era un hombre complejo, despiadado en el campo de batalla, pero ahora, frente a Violet, ir