Capítulo 45: La nueva normalidad
La aceptación pública de Alexander de su rol como "tío" marcó un punto de inflexión. La tensión entre los tres, aunque no desapareció por completo, se transformó en una extraña y cautelosa normalidad. Los días siguientes a la cena de la Marina se tiñeron de este nuevo y peculiar equilibrio.
Violet, liberada de la culpa que la había carcomido, sintió un peso menos en sus hombros. La sonrisa de Adrián, cuando la vio realmente aliviada, era la única recompensa que él buscaba.
Su obsesión no se había mitigado, pero su posesividad se había moldeado en un control más sutil, envuelto en el manto de la protección y la devoción. Seguía siendo el General, el estratega, pero ahora aplicaba esas habilidades para construir una familia, a su manera, obviamente.
La mansión seguía siendo el centro de su universo. Violet continuó con sus estudios presenciales, el ir y venir a la universidad se había convertido en una rutina tranquilizadora.
La escolta discreta de Adr