POV : Aslin Ventura
De inmediato me levanté de la cama con esfuerzo, sintiendo cada músculo de mi cuerpo crujir y doler como si hubiera sido golpeado por completo. Pero no podía permitirme detenerme, no podía permitir que Carttal pensara que yo era una traidora. Mi corazón latía con fuerza y cada paso hacia él era una lucha contra el dolor, pero algo dentro de mí me empujaba a no quedarme quieta. Tenía que explicarle, tenía que demostrarle que jamás me atrevería a hacerle daño.
Abrí la puerta y lo vi a lo lejos, a punto de tomar el ascensor. Sin pensarlo, corrí hacia él con todas mis fuerzas, ignorando el dolor que recorría mi cuerpo como fuego. Al darme cuenta de mi presencia, se detuvo y volteó a mirarme. En sus ojos vi algo que me hizo temblar: preocupación, esa mezcla de alarma y cuidado que siempre había despertado en mí un calor extraño en el pecho.
—¿Qué haces fuera de la cama? —preguntó, acercándose con cuidado y sujetándome del brazo, como si temiera que pudiera romperme de