POV : Aslin Ventura
El sonido de un pitido constante fue lo primero que escuché. Era agudo, insistente, como si intentara arrastrarme desde un lugar muy oscuro. Abrí los ojos lentamente, y la luz blanca del techo me obligó a cerrarlos de nuevo. Sentí un dolor punzante en todo el cuerpo, como si cada hueso hubiera sido golpeado. Me ardían las costillas al respirar y un peso insoportable me oprimía el pecho.
Tardé unos segundos en darme cuenta de que estaba en una cama de hospital. El olor a desinfectante me envolvía, mezclado con el sonido lejano de pasos y murmullos en el pasillo. Intenté moverme, pero un quejido escapó de mis labios; hasta el más mínimo gesto me arrancaba un dolor insoportable.
Un recuerdo fugaz me golpeó: la calle iluminada, la gente, el taxi… y luego… el impacto. El aire escapando de mis pulmones, mi cuerpo contra el asfalto. Cerré los ojos y lo vi todo otra vez. No fue un accidente. No podía serlo.
—Vaya, por fin despiertas —dijo una voz fría y conocida.
Giré la