POV: Aslin Ventura
El día siguiente amaneció extraño. Desde que abrí los ojos sentí ese peso en el pecho, como si algo invisible me oprimiera con fuerza, como si una sombra se alzara a mi alrededor anunciando una desgracia inevitable. Intentaba convencerme de que solo eran ideas mías, pero cuanto más lo ignoraba, más presente estaba.
No había visto a Cinthia en toda la mañana y eso, en cierto modo, me daba un respiro. Esa mujer era un veneno, lo sabía. Tarde o temprano saldría de esta casa porque su tiempo aquí estaba contado. Lo presentía tan claro como el aire que respiraba.
Pero lo que más me tenía intranquila no era ella, sino lo que sucedía entre Carttal y yo. Había cambiado. Ya no me miraba con esa desconfianza cruel que me atravesaba como cuchillas. Ahora parecía creerme, parecía confiar otra vez en mí. Era como si una parte de él hubiera vuelto a mí, como si la herida empezara a cerrarse. Eso me llenaba de alivio, pero al mismo tiempo me asustaba… porque ese cambio también sig