POV: Aslin Ventura
Carttal no dijo ni una palabra durante el camino. Yo tampoco. Me negaba a romper el silencio. No porque no tuviera cosas que decirle… sino porque, si empezaba a hablar, probablemente acabaría llorando otra vez.
Los niños, ya rendidos, se quedaron dormidos en sus brazos. Él los sostenía con la misma delicadeza con la que alguien sostiene algo sagrado. Y esa imagen… esa imagen dolía.
Porque así debió haber sido siempre. Así debió luchar por nosotros desde el principio.
El auto se detuvo frente a un edificio elegante. Muy distinto al que yo había elegido para protegernos. Este era alto, de paredes grises y balcones amplios. Tenía seguridad, cámaras en cada esquina y un portón blindado que se abría con reconocimiento facial. Un lugar donde Alexander jamás nos encontraría.
Carttal no lo dijo, pero lo supe. Nos estaba escondiendo. Estaba tomando precauciones reales… por primera vez.
Pero aún así, me hervía la sangre.
No iba a perdonarlo solo porque ahora decidiera hacer l