POV: Aslin Ventura
Me encerré en la habitación con las manos temblando. Cerré la puerta y me dejé caer al suelo, sintiendo cómo las lágrimas me quemaban el rostro. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que Cinthia cayó al suelo. Desde que la vi fingir. Desde que vi a Carttal defenderla.
Apreté los dientes. Mi pecho dolía, pero no era físico. Era un dolor más profundo, como si me hubieran desgarrado por dentro.
Del otro lado de la puerta, escuchaba su voz. Me llamaba. Golpeaba la madera. Pero yo no quería escucharlo. Me tapé los oídos, queriendo acallar el mundo, queriendo que todo desapareciera. Pero su voz seguía ahí, insistente, desesperada.
Y de repente, un golpe.
La puerta se abrió de golpe, pero no con furia. No con gritos. Carttal entró, respirando fuerte, con los ojos clavados en mí.
Me di la vuelta, negándome a mirarlo. No quería verlo. No podía. Me dolía demasiado.
—Aslin, ¿no me escuchaste? Te estoy llamando —dijo con esa voz rota que siempre me movía por dentro.
No resp