POV: Carttal Azacel
Me subí al auto sin pensar, sin respirar siquiera. Encendí el motor con manos temblorosas y, justo cuando puse las manos en el volante, el teléfono vibró sobre el asiento del copiloto.
Una notificación.
Era de Deymon .
"Dirección confirmada. Alexander está aquí. Te informaré de todo. No pierdas tiempo."
Abrí el mensaje, y al ver la ubicación, una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Mira tú…
Al final, esa maldita marioneta de Alexander me resultaba útil.
Marqué el número de Ethan de inmediato. Me lo contestó al segundo.
—¿Lo recibiste? — le preguntó Ethan, sin rodeos.
—Sí —respondí, con voz baja pero firme—. Prepara a los hombres. Vamos a emboscarlo. Esta noche se acaba su juego.
—Entendido —dijo, sin vacilar—. Todo estará listo cuando llegues.
Colgué sin más.
Mis ojos se clavaron en la pantalla por un momento, en esa dirección que bien podría ser el final de todo… o el inicio de algo mucho más oscuro.
Respiré hondo. Muy hondo. Y pisé el acelerador como si de eso depen