POV: Carttal Azacel
—Ya basta —dije, con la voz rota pero firme—. Estoy harto, Deymon. No pienso creer en ti… ni en tus malditos juegos. No voy a volver a ser la marioneta de Alexander. Muy pronto encontraré su paradero… y ese día los voy a destruir a ambos. ¿Oíste? Los voy a borrar del mapa.
Mi pulgar ya estaba sobre la pantalla, listo para terminar la llamada. Pero entonces lo escuché.
—Espera… no cierres. O te vas a arrepentir toda tu vida —dijo, con esa calma envenenada que siempre ha tenido—. Esta vez te estoy diciendo la verdad.
Mi corazón se detuvo por un segundo. Pero no dije nada. Solo apreté el celular más fuerte contra mi oído, como si necesitara aferrarme a algo.
—La mujer… la que Alexander mató aquel dia… no era Aslin.
Mis piernas casi cedieron.
—¿Qué…? —murmuré, temblando.
—No era ella —repitió, con una voz que me atravesó como un cuchillo—. Era Jessica. Su amante. La mandó a operar para que se pareciera a Aslin. Mismo rostro. Mismo cabello. Mismo todo.
Me llevé una mano