Mundo ficciónIniciar sesiónLas dos continuaron caminando. A veces Leticia se adelantaba un paso, a veces Aurora sacaba a la madre de vuelta, queriendo decir cada detalle.
– Mamá, ¿crees que Isa se despertará cuando llegue?
– Creo que ella te escuchará antes de abrir los ojos. – Respondió Leticia. – Y cuando se abra, reconocerá la luz. su luz.
– Voy a llevar la tiara. – Decidió Aurora. – Si su luz es débil, le presto la mía. Después me la devuelve.
– Combina con ella. – Sugirió Leticia. – Los intercambios, cuando se hacen con amor, se vuelven más grandes.
Pararon donde el jardín parecía comen







