Mundo ficciónIniciar sesiónEl día en la oficina había comenzado como tantos otros para Lorenzo. El escritorio estaba cubierto de carpetas abiertas, informes esparcidos y la pantalla del portátil aún mostraba el borrador de un contrato que necesitaba revisar. Marco, sentado en el sillón a su lado, hablaba con él sobre una reunión programada para el final de la tarde, mientras el aroma intenso del café recién hecho llenaba la sala. Era una mañana común, o al menos eso parecía.
Lorenzo tenía una sonrisa rara en el rostro. Marco, que conocía muy bien a su amigo, sabía que aquello solo podía significar una cosa… o mejor dicho, a alguien. Sonrió, acomodándose mejor en la silla, y comentó:
—Esa sonrisa no es de contrato firmado —br







