Mundo ficciónIniciar sesiónEl vapor aún se extendía por la habitación, escapando por la rendija de la puerta del baño y mezclados con el aroma suave del jabón que todavía flotaba en el aire. La luz del final de la mañana entraba por las cortinas entreabiertas, tiñendo el ambiente de un resplandor dorado que parecía abrazar todo lo que tocaba.
Lorenzo apareció primero, con los pies firmes sobre la alfombra, vistiendo un albornoz gris ajustado con precisión a la cintura. La tela marcaba la anchura de sus hombros y el pecho definido, y algunos mechones de cabello húmedo caían despreocupadamente sobre la frente. Había algo peligroso y, al mismo tiempo, tierno en la forma en que la miraba, como si cada segundo a su lado fuera un recuerdo que no quería perder.
Isabella apareci







