Mundo ficciónIniciar sesiónClara llegó a su departamento sin sentir sus piernas. Cerró la puerta con tanta fuerza que el marco rechinó, pero ni siquiera lo notó. Se apoyó en la madera, con el bolso colgando de un brazo, los dedos temblorosos y la respiración acelerada, como si acabara de correr una maratón que no pidió correr. Había estado repitiéndose durante todo el trayecto que no debía perder la calma, que Marcus le había escrito, que eso significaba algo, que quizá por fin estaba reaccionando, pero cada vez que repasaba la frialdad del mensaje, el tono distante, el límite implícito, algo dentro de ella se desgarraba un poco más.
Soltó el bolso, que cayó al suelo con un ruido seco. Caminó hacia la sala sin encender las luces, dejándose guiar por la claridad tenue que entraba desde las ven







