155. El cariño (TF)
Los escoltas mantenían vigilado a Edán hasta asegurarse de que no representaría más una amenaza. La tranquilidad de Helios y la seguridad de Herseis ahora los envolvían.
El ambiente en el restaurante era tranquilo y exclusivo, con una iluminación suave que caía sobre las mesas elegantemente dispuestas. Los escoltas ya habían preparado el lugar, y Helios y Herseis fueron recibidos con una atención impecable. Aunque el incidente con Edán había dejado un leve rastro de tensión en el aire, esa sensación comenzó a desvanecerse en cuanto se sentaron uno frente al otro. Ambos se miraban con una complicidad que solo ellos podían entender.
Helios, como siempre, mantuvo una postura impecable, su presencia poderosa irradiando un aura de autoridad serena. Mientras el camarero se acercaba para presentar el menú, Helios le dedicó una breve mirada antes de volverse hacia Herseis.
—¿Qué te apetece hoy? —preguntó él con suavidad, su tono formal, pero lleno de esa familiaridad que había construido con