Valentina
Por mucho tiempo había luchado contra esto, contra lo que Nicola me hacía sentir, contra lo que significaba aceptar esta relación.
Toda mi vida había sido entrenada para ir en contra de los Moretti, para ver en ellos a mis enemigos, los culpables de todo lo que me habían arrebatado.
Pero ahora… ya no le veía sentido seguir resistiéndome. Nicola era lo único que tenía, lo único que me hacía sentir... humana.
Y si este matrimonio lo dejaba tranquilo, si le daba la seguridad que necesitaba para seguir siendo el hombre frío y calculador que ambos necesitábamos para derrotar a Alessandro, entonces estaba dispuesta a hacerlo.
A pesar de todo, el amor que sentía por él era innegable, imposible de ocultar. Sentía cada latido de mi corazón con una intensidad desconocida.
Al mirarlo, vi en sus ojos un brillo que rara vez mostraba, una calidez que no le concedía a nadie más que a mí.
Nicola Moretti, el futuro Don de Palermo, el hombre que había conquistado mi corazón de una manera que